viernes, 2 de diciembre de 2011

Peregrinaciones Guadalupanas, Fervor de los Vallartenses

La historia inicia desde la fundación de Puerto Vallarta, desde aquel 12 de diciembre de 1851, fecha en que Don Guadalupe Sánchez, con su familia, llegó a este lugar trayendo consigo una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y estableciéndose a orillas del Río Cuale, fundó el rancho que llamó “Las Peñas de Santa María de Guadalupe”, lo cual conforma para los nativos  la predilección de la Virgen por este lugar. El espíritu religioso siempre ha acompañado a los fieles y en torno a las fiestas delos santos patronos de cada lugar, la manifestación que siempre está presente es precisamente la peregrinación. 

Del 1 al 12 de diciembre (mejor conocido como docenario), Puerto Vallarta se transforma para revivir una tradición y devoción que año con año se convierte en toda una gran fiesta en la que propios y extraños contribuyen para venerar con amor a la Virgen de Guadalupe. La vialidad de las principales calles de la ciudad (Juárez, Morelos y Díaz Ordaz) se ven paralizadas sin paso al tráfico vehicular para llevar con éxito el transcurso de cada peregrinación en la  que los  feligreses, ya sean niños o adultos, aprovechan para lucir toda clase de atuendos típicos mexicanos para representar a los “inditos”. 


Tampoco pueden faltar las danzas prehispánicas, la música de mariachi o banda que alegremente y con sentimiento entona alabanzas marianas, así como un carro alegórico que artísticamente  representa  las  apariciones  de  la  Virgen a  Juan  Diego como un manifiesto del fervor de la fe de los peregrinos, lo cual se  ha  convertido  ya  en  parte  del  patrimonio  cultural  regional por ser una de las celebraciones mayores en la localidad. A lo largo de los años se han ido organizando de la mejor manera posible e incluso incrementándose, en las que son partícipes un gran número de familias, restaurantes, hoteles e instituciones de la ciudad.



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